El primer destino fue Pisa. Con un tiempo buenísimo, visitamos la primera ciudad (que no tiene nada, salvo el duomo, la torre y los coches de la "polizia hidraulica"). Lo mejor: las pizzas y sobre todo, el baño que tenía el restaurantes (hay artilugios de dudoso uso...)
A eso de las 5 de la tarde, volvimos a la estación para ir hacia Florencia.
Nos acostamos pronto, porque había que madrugar para ver el David sin muchas colas. Toda la pared de la cola estaba llena de inscripciones curiosas, como esta (esas Rozas...):
Total que vista Florencia, en un día extenuante, volvimos a acostarnos pronto para poder salir hacia Venecia, la ciudad del amor (y de los puestecitos de cristales).
De Venecia fuimos a Milán de nuevo. Llegamos cansados pero alegres, y más alegres que nos pusimos, cuando me engañaron para retar al Increible Julio (que cabrón), y aunque puse mi alma en el juego, queridos amigos, fui derrotado, aunque la batalla fue dura, y de un altísimo nivel.
Al día siguiente por la mañana fui a ver la ciudad de Milán con Victor, comimos en la estación y a las 3 me fui al aeropuerto. ¡Qué nostalgia! más de una hora de bus recordando los buenos momentos, llegar al aeropuerto, encontrar facturación... Puse la maleta a pesar, mientras sácaba los dnis etc, ¡qué gran pena! y entonces la señorita me dijo: "No estás en el vuelo". ¿EINGH?
A mi la verdad no me extrañó mucho (ya que soy dado a este tipo de incidentes). A los 15 minutos la señorita descubrio donde estaba el problema. "Hoy es día 5". "Ya lo sé, ¿Cuál es el problema?". "Que tu vuelo es el día 6". "Ah. Coño, es verdad".
Total, que vuelta a Milán. ¡Con que regocijo me recibieron los cuellaranos! Me hicieron firmar una segunda vez el libro de visitas, y lo pasamos en grande. Al día siguiente (esa sí que sí) volví a París sin (más) incidentes. Pasé dos días mas con mi querida More y mi querido Eukeni, y tuve incluso la oportunidad de ver al TiI (Tigre Iódico) qure también hacía mucho que no le veía, así como a Aritzu y Anparu.
Como despedida, un grupo hippie actuó en los bajos de More (creo que tendré que reformular esta frase...). ¡Muchas gracias a Victor por su cariñosa hospitalidad, y a More por su compañía!
pd: Victor, nos vemos pronto, o hablamos! ¡Este post está dedicado a tí!
pd2: Casi se me olvida. Resulta que con esto de que me estoy reformando y yendo a clase, el cabrón de Piti se ha ido de vacaciones. Me lo encontre en Florencia, donde el puto se ha hecho su propio palacio!