viernes, abril 20, 2007

Capítulo 23: Italia

Pues llegué como os digo el domingo por la noche, y allí me esperaban todos con la mesa puesta y la cena hecha. Nos acostamos prontito (había que madrugar), y aunque me toco dormir en una colchoneta pinchada, estaba deseoso de viajar al día siguiente.

El primer destino fue Pisa. Con un tiempo buenísimo, visitamos la primera ciudad (que no tiene nada, salvo el duomo, la torre y los coches de la "polizia hidraulica"). Lo mejor: las pizzas y sobre todo, el baño que tenía el restaurantes (hay artilugios de dudoso uso...)

A eso de las 5 de la tarde, volvimos a la estación para ir hacia Florencia. Yo siempre con mi antifaz (regalo de More) aprovechaba para dormir. En Florencia lo primero que hicimos fue buscar el hostal, y cuando vimos que me podía quedar (no tenía reserva ahí) fuimos a cancelar mi hostal, cosa que no se pudo hacer del todo (aún no se si lo he pagado o no). Lo mejor del hostal, su cuidada arquitectura, guindada por unos folios de carga que sujetaban el muro de la entrada, como se puede apreciar en la imagen.



Nos acostamos pronto, porque había que madrugar para ver el David sin muchas colas. Toda la pared de la cola estaba llena de inscripciones curiosas, como esta (esas Rozas...):













Total que vista Florencia, en un día extenuante, volvimos a acostarnos pronto para poder salir hacia Venecia, la ciudad del amor (y de los puestecitos de cristales).
Venecia lo que tiene sobretodo son canales (muy estrechos), y calles (muy muy estrechas), y italianas (sin comentarios) y palomas en la Piazza San Marcos. Los gondoleros lamen el agua de mármol con la lengua de su remo, sin hacer ruido (bueno, con las voces de Gonzo tampoco les habríamos oído mucho :) ), y la brisa hecha poesía entre las paredes viejas susurra a cada esquina mil colores nuevos, gastados, conocidos y sorprendentes. Pero a mí, lo que más me sorprendio de Venecia es que en la torre de la Piazza de San Marcos, ¡no se puede escribir!


De Venecia fuimos a Milán de nuevo. Llegamos cansados pero alegres, y más alegres que nos pusimos, cuando me engañaron para retar al Increible Julio (que cabrón), y aunque puse mi alma en el juego, queridos amigos, fui derrotado, aunque la batalla fue dura, y de un altísimo nivel.

Al día siguiente por la mañana fui a ver la ciudad de Milán con Victor, comimos en la estación y a las 3 me fui al aeropuerto. ¡Qué nostalgia! más de una hora de bus recordando los buenos momentos, llegar al aeropuerto, encontrar facturación... Puse la maleta a pesar, mientras sácaba los dnis etc, ¡qué gran pena! y entonces la señorita me dijo: "No estás en el vuelo". ¿EINGH?

A mi la verdad no me extrañó mucho (ya que soy dado a este tipo de incidentes). A los 15 minutos la señorita descubrio donde estaba el problema. "Hoy es día 5". "Ya lo sé, ¿Cuál es el problema?". "Que tu vuelo es el día 6". "Ah. Coño, es verdad".

Total, que vuelta a Milán. ¡Con que regocijo me recibieron los cuellaranos! Me hicieron firmar una segunda vez el libro de visitas, y lo pasamos en grande. Al día siguiente (esa sí que sí) volví a París sin (más) incidentes. Pasé dos días mas con mi querida More y mi querido Eukeni, y tuve incluso la oportunidad de ver al TiI (Tigre Iódico) qure también hacía mucho que no le veía, así como a Aritzu y Anparu.

Como despedida, un grupo hippie actuó en los bajos de More (creo que tendré que reformular esta frase...). ¡Muchas gracias a Victor por su cariñosa hospitalidad, y a More por su compañía!


pd: Victor, nos vemos pronto, o hablamos! ¡Este post está dedicado a tí!
pd2: Casi se me olvida. Resulta que con esto de que me estoy reformando y yendo a clase, el cabrón de Piti se ha ido de vacaciones. Me lo encontre en Florencia, donde el puto se ha hecho su propio palacio!

miércoles, abril 18, 2007

Capítulo 22: "Les Pâques"

Por fin llegaros las esperadas vacaciones de Semana Santa. La verdad, yo tenía pensado trabajar y ponerme al día, y si acaso hacer un pequeño viajecito a París de 3 o 4 días.

Finalmente, las previsiones cambiaron, y Cosleitor (que grande eres) me llevó de paseo por Italia (Milán, Pisa, Venecia y Florencia).

El viernes salí escopetado de clase para coger el tren. Fuimos a París (Costris iba en primera clase), y allí a casa de Moreyba (Cómo te echo de menos.... ¡Muchas gracias por acogerme!). Fueron dos días geniales en parís, volví a ver a Eukeni, compañero de cama (mmm) y a Aritz, que siempre es un placer. ¡ Qué sóla se queda la ENTB!.

El domingo me iba a Milán. Salí con tiempo hacia Charles de Gaulle, y para no variar, empezaron mis infortunios. A 15 min. del aeropuerto nos sacaron del tren porque unos niños se habían tirado a la vía y la policía tenía que despejar la zona. Total, 30 minutos de retraso. ¡Menos mal que no tenía que facturar!

Hacía escala en Zurich, y luego hasta Milán en un avión del tamaño de un autobús. Al llegar allí, Cosleitor me esperaba en la estación, con Gonzo (uno de los 4 cracks de Cuéllar que vinieron a verle también), recorrimos Italia, pero no lo contaré hoy, que tengo sueño.

No tienen Pastís, los italianos; no obstante, si tienen pastisería.

lunes, abril 09, 2007

Capítulo 21: Fer

Como todo tiene que llegar, la partida de Fer no fue una excepción.

No puedo hacer un breve resumen, ni siquiera un resumen largo, de todo lo que hemos vivido estos meses. De hecho, apenas tengo recuerdos desde que llegaste que no estén asociados a tí de una manera u otra. Juntos nos apoderamos del foyer. Me acuerdo cuando ibamos a pedir y ya está, que los camareros no sabían quienes éramos, y lo encontrbamos ajeno. Poco a poco nos metiamos tras la barra a cambiar música, poner alguna copa, hasta llegar a ser camareros oficiales.

Desde ese momento son incontables las veces que cerrábamos el bar (incluso llegamos a abrirlo y cerrarlo el mismo día).

¡Que buenos ratos pasamos junto a Merlot el encantador! Como nos engañó para que nos tiráramos en trineo por las escaleras (), o para que desfalcáramos el foyer, o para retar a la gente (a tequilas, a la petanca...) e incluso para bañarnos en la playa en gayumbos, delante de todo el mundo y con un frío de cojones.

Conocimos y nos tajamos con personajes de la noche como el Verditos, Toly, Tolay, Pierre, Gaylord, Doc, Topu....

Viajamos por europa, y ahí por supuesto dejamos nuestra huella. Nos atrevimos incluso a cambiar la letra del himno francés (La marsellesa), por una nueva mucho más acorde con los tiempos actuales, y la cantábamos siempre como grito de vuelta al salir del bar.

¡Cuantas veces despertamos a Eukeni (y/o a sus vecinos)!

Y como nos sentábamos al calor de una shisha, junto a Hadrien y Charles. Desde que se fue ya no he vuelto a romper ninguna más...

Como dejó el listón de alto cuando vinieron Dani, Nacho, Carla y Darío. Lo dimos todo esos cinco días, y allí incluso comenzó la amistad con Topu.

Así podría seguir hasta llenar el blog, pero no es mi intención. Tan sólo es una manera de despedirme de mi hermano de la ENST Bretagne; cada día puede que nos veamos mañana, en Madrid, en Las Palmas, en Francia, o en cualquier lugar del mundo.

Recuerda, cada vez que tomes una copa de ron, que en otra ciudad mundo alguien levanta un pastis (o un merlot) a tu salud.

Te estoy echando de menos, hermano.




Cuenta la leyenda que nunca dos ardillas llegaron tan lejos. ¡Y lo que les queda!