miércoles, septiembre 10, 2008

Capítulo II.2: ¿Pero qué ven mis ojos?

Pues... todo. Es fantástico! La operación salió que no veas (joe como hilo de fino) y ya puedo ver a través de los muros (y de la ropa interior, lo cual no siempre es agradable). La verdad es que te cambia la vida. Adios a esos partidos de futbol en braille (si me lee alguno del Pocillo F.C., sabrá aqué me refiero), a ducharse sin verse los ... pies, a ver la vida en un cuadradito...

Si alguno se está planteando operarse, que no os engañen: la operación duele un montón. Primero te pinchan en lo blanco del ojo la anestesia, se oye hasta el chasquido de la cornea cuando la aguja de metal penetra, luego te cortan la córnea con una cuchilla giratoria rollo sacapuntas y por último te tallan el ojo con un láser que quema.

...
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que no.... Al menos no al pie de la letra... (no te pinchan el ojo con una aguja)

Realmente no duele, y además es como magia, al día siguiente ya ves...


Bueno, no os aburro más. Ya os contaré la semana que viene que pasa este fin de semana en Valladolid con las legendarias inquilinas de la calle Mouffetard...

1 comentario:

Samuel dijo...

Enhorabuena tio! No me habia fijado que habias retomado el blog. Me alegro de que veas tan bien ahora y espero que cuentes las fiestas pucelanas.

A muerte!